Según publica Handelsblatt, el ministro de Economía alemán espera que antes de finales de 2022 entren en funcionamiento dos de un total de cuatro terminales flotantes de gas natural licuado (GNL). Esto permitiría introducir el gas en la red europea a través de los puertos alemanes y reducir la dependencia del suministro de gas ruso. Uno de los dos barcos llegará a Brunsbüttel, el otro a Wilhelmshaven, mientras que los dos restantes llegarán en mayo de 2023.
Hace unas semanas, el Ministerio de Economía alemán encargó a las empresas RWE y Uniper la optimización de las terminales mencionadas, conocidas en la jerga técnica como unidades flotantes de almacenamiento y regasificación (FSRU). Se tratan de buques especiales para convertir de nuevo el gas natural licuado en estado gaseoso y así ponerlo a disposición de la red de gas, siendo una alternativa de rápido despliegue a las plantas regasificadoras. También está prevista la construcción de dichas plantas fijas en Brunsbüttel, Wilhelmshaven y Stade. Sin embargo, no se espera que las instalaciones estén disponibles hasta 2026.
Normalmente, se necesitarían cinco años para construir las infraestructuras necesarias, sin embargo, el proceso se realizará en pocos meses. Esto es posible gracias a la Ley de Aceleración del GNL (LNG-Beschleunigungsgesetz) prevista por el Ministerio Federal de Economía, que sirve para acortar los plazos de aprobación de la construcción de terminales de gas natural licuado. La nueva normativa permite a las autoridades conceder licencias renunciando temporalmente a determinados requisitos de procedimiento, incluso en el ámbito de la evaluación del impacto ambiental. Además, la autoridad competente podrá aplicar las facilidades previstas en la legislación sobre contratación pública para acelerar su adjudicación.
Para asegurar el suministro, Habeck también planea aumentar la producción nacional, una propuesta que se ha celebrado desde la Asociación Federal de Gas Natural, Petróleo y Geoenergía (BVEG). En 2001, el 21 % del consumo de gas en Alemania procedía de la producción nacional, pero actualmente la BVEG estima que es solo el 5 %. Hay varias razones que explican el continuo descenso de la producción, entre ellas, los debates sociopolíticos y del endurecimiento de los procedimientos de concesión de licencias.
Los operadores de la red de gas alemana quieren acelerar la conversión al hidrógeno