Según el último Informe de Situación Trimestral elaborado por BBVA Research, se estima que la economía colombiana crecerá un 7,5 % en 2021 y un 4 % en 2022.
Tanto para este año y el siguiente, dicho crecimiento estará impulsado por el buen dinamismo de la economía mundial y la demanda interna, que se espera que crezca 8,2 % este año, impulsada por la inversión y el consumo privado, mientras que se desaceleraría el consumo público.
“La recuperación de la economía colombiana se consolidó en la primera parte del año. Vimos un mejor comportamiento del consumo y de la inversión, impulsados por ganancias en el ahorro privado. También, una mejor demanda externa que jalonó nuestra actividad en los primeros seis meses del año”, asegura Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia.
La actividad económica inició con fuerza en 2021, sustentada en el avance de la construcción, la industria y las exportaciones. Además, el sector servicios ha venido recuperándose rápidamente y mejoró su operación en momentos de restricciones a la movilidad. Pero, otros sectores como la minería y las actividades recreativas se mantienen rezagadas.
Sin embargo, factores transitorios presionarán la inflación al alza y el riesgo de que tarde en devolverse, con una mayor actividad, llevarán al Banco Central inicie un ciclo alcista en la tasa de política monetaria a partir del segundo semestre de 2021. Además, la pérdida del grado de inversión, la incertidumbre fiscal, el posible inicio de la normalización de la política monetaria externa y la proximidad al ciclo electoral mantendrán presionado el peso colombiano al alza.
Aspectos clave
- • La economía mundial seguirá recuperándose impulsada por la aceleración en la vacunación; la reapertura económica y estímulos considerables, principalmente en los países desarrollados.
- • La economía colombiana ha mostrado una gran capacidad operativa en plena pandemia, manteniendo su capacidad de recuperación pese a los problemas logísticos ocasionados por las protestas.
- • Los altos precios de las materias primas y alimentos, el fortalecimiento de la demanda y algunos problemas en la logística global y las presionarán la inflación al alza en 2021.
- También se prevé que la inflación cierre este año en 3,7 %. En 2022, la inflación iniciará un ciclo de reducción, hasta llegar al 3,3 %.
- • El Gobierno transitará una senda de ajuste lento de las finanzas públicas, con reducciones muy graduales del déficit fiscal y, sobre todo, de la deuda pública. El déficit externo se mantendrá por encima del 4 % del PIB en 2021 y en 2022.
- • Las mayores tasas de interés internacionales y las exigencias de financiamiento externo mantendrán la tasa de cambio elevada en 2021 y 2022 con un promedio de 3678 dólares y de 3714 dólares, respectivamente.
- • En el comercio exterior, se proyecta que la demanda interna impulse las importaciones, aunque se espera que haya menores exportaciones tradicionales, con lo que se ampliaría el déficit de cuenta corriente, que llegaría a ser de 4,3 % del PIB en 2021.
- • Así, se espera que la primera alza en la tasa se materialice en septiembre y que este año finalice en 2,25 %. Mientras que al cierre de 2022 la tasa de intervención llegaría a 3,25 %.
- • En cuanto al mercado laboral, aún se encuentra rezagado frente a la actividad económica, especialmente en el mercado formal. Se prevé que la tasa de desempleo se reduzca paulatinamente, aunque tardará en regresar a los niveles prepandemia. Así las cosas, el desempleo urbano cerraría 2021 en 14,1 % y en 13,3 % en 2022.
Frente a la evolución de la pandemia se estima que, tras la tercera ola, el ritmo de contagio disminuirá, aunque aún hay riesgo de contagios por nuevas cepas. Se resaltó la importancia de alcanzar la inmunidad de rebaño lo antes posible, para poder dinamizar la economía. Según el equipo económico, si se mantiene el ritmo de vacunación del último mes y la población decide vacunarse, se podría lograr la inmunidad de rebaño en noviembre.
La economía colombiana y la región se enfrentan a unos años de profundos ajustes macroeconómicos y sociales tras la pandemia provocada por la COVID-19. La capacidad de promover reformas estructurales, que mejoren la competitividad de las empresas, que provean oportunidades a los más vulnerables y encaucen las finanzas públicas hacia sendas sostenibles, será crucial para encaminar a la región nuevamente hacia un futuro próspero.