Pretty Ballerinas es su marca de zapatos más internacional, aunque también Mascaró ha incrementado su presencia en los mercados exteriores de forma significativa en los últimos 30 años. Ello ha sido posible gracias al impulso de Lina Mascaró, actual presidenta del grupo, quien asegura que las mujeres empresarias tienen un importante rol a la hora de potenciar la presencia femenina en puestos directivos.
“Podemos y debemos fomentar y apoyar la inclusión de mujeres en las compañías, dando más visibilidad al liderazgo femenino, creando confianza e ilusión para que se sientan valoradas; apoyando la igualdad de oportunidades y la conciliación familiar”, afirma Lina Mascaró, presidenta del Grupo Mascaró.
Esta empresa del sector del calzado, con más de 100 años de historia, exporta hoy a 54 países. “Ahora estamos enfocados en China, donde en 2019 firmamos un acuerdo para el desarrollo de la venta tanto on-line como off-line que ya ha abierto cuatro tiendas”, explica. También están dedicando esfuerzos al mercado estadounidense. “En Estados Unidos cerramos un contrato con un distribuidor en 2020 y estamos empezando a ver los resultados. Además, hemos abierto nuevas tiendas en Abu Dabi, Montenegro y, muy pronto, abriremos un segundo punto de venta en Dubái”, añade.
Fue la impulsora de la internacionalización de la empresa, ¿qué le animó a ello?
Cuando comencé a trabajar en la compañía, en los años noventa, el gran desafío era la exportación, ya que apenas vendíamos el 5% fuera de nuestras fronteras. Yo quería seguir haciendo las cosas que me enseñó mi padre y, a la vez, aportar otras adaptadas a los nuevos tiempos. Llevaba tiempo pensando que teníamos que salir al extranjero y un día entré en su despacho y le dije: “Papá, me he inscrito en una feria en Düsseldorf”. Me miró y contestó: "Ah, ¿sí? Pues id”. Y pensé, ¡madre mía, como no funcione…!. Pero funcionó. Hoy exportamos el 70% de nuestra producción y el grupo cuenta con una red de 70 tiendas repartidas por todo el mundo.
¿Le pusieron trabas?
Cuando yo empecé, hace 30 años, el mundo del calzado era un mundo de hombres. Actualmente, en el sector de la moda hay muchas mujeres directivas, líderes y empoderadas. Quizás me lo pusieron difícil en algún momento, pero, sinceramente, prefiero considerar el presente y mirar al futuro. Me encanta pensar que cada vez hay más mujeres en puestos directivos y que ya no se cuestiona el liderazgo femenino.
“Las empresas que fomenten la inclusión y la diversidad serán mejores”
Asumió la presidencia tras el fallecimiento de su padre en 2014. ¿Qué define a un buen líder?
Un líder empresarial tiene que ser comprometido y responsable; tiene que ser capaz de transmitir entusiasmo y optimismo, algo difícil en estos momentos. Crear entornos ilusionantes para que la gente confíe en el proyecto que dirige.
¿Alguna vez, dentro o fuera de la empresa, la trataron con cierto paternalismo?
Nosotras somos tres hermanas y mi padre, desde pequeñas, nos hizo entender que siendo mujer puedes llegar donde quieras, puedes liderar proyectos y puedes dirigir. Eso crea confianza, yo siempre lo he visto como algo normal y así lo debo proyectar. Es decir, somos una empresa liderada por mujeres, donde nunca hemos hecho ningún tipo de diferenciación por género. Desde luego, vamos a seguir fomentando la flexibilidad y la conciliación familiar. Esta es una tarea en la que las mujeres empresarias tenemos un rol importante. Estoy convencida de que las empresas que fomenten la inclusión y la diversidad serán mejores.
¿Cuáles han sido las claves de la expansión del Grupo Mascaró?
Un momento decisivo fue cuando comenzamos a exportar, primero a Europa y luego al mercado asiático, donde siempre han apreciado mucho nuestros productos por su diseño y calidad. Otro fue organizar una red de agentes para cada mercado. El desarrollo de franquicias y de socios locales en países donde no teníamos clientes ha ayudado mucho a dar visibilidad a la marca y ha sido clave para la expansión.
Para ello, ¿se han valido de algún organismo o institución?
El ICEX, FICE y la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca son los principales organismos que siempre nos han apoyado.
"El desarrollo de franquicias y de socios locales en países donde no teníamos clientes ha sido clave para nuestra expansión”
¿Qué obstáculos han encontrado en el camino de la internacionalización?
Fabricar calzado en un lugar como Menorca tiene el condicionante de la insularidad. Sin embargo, tiene otras muchas ventajas, como la larga tradición zapatera que existe en la isla, que se remonta a las ocupaciones británicas de los siglos XVII y XVIII, y una alta cualificación de artesanos zapateros, que viene de varias generaciones atrás y que es difícil encontrar en otros lugares. Si mi abuelo y mi padre pudieron exportar sus productos, no vamos a ser nosotros, cuando vivimos en plena globalización, los que nos quejemos. Menorca es el mejor sitio del mundo para fabricar calzado y esperamos seguir aquí diseñando las marcas de Mascaró y Pretty Ballerinas otros 100 años.
¿Ha habido algún país que se les haya resistido?
Estados Unidos es uno de los mercados más complicados porque, por un lado, es un país muy grande donde el este no tiene nada que ver con el oeste; por otro lado, es el mercado más competitivo, en el que todas las marcas queremos estar. Actualmente hemos firmado un acuerdo con un socio local y estamos logrando grandes avances.
¿Qué país es más fan de sus zapatos y por qué?
Alemania es uno de nuestros mejores mercados y donde más aprecian nuestros productos. Valoran mucho la calidad del ‘made in Spain’ y el trabajo bien hecho.
¿Qué importancia tiene el e-commerce dentro de su estrategia de ventas internacional?
El comercio electrónico, por supuesto, continuará creciendo, pero creo que en el sector del calzado el futuro es omnicanal, una combinación entre el on-line y el comercio tradicional, donde la comunicación humana y la profesionalidad del personal de las tiendas serán fundamentales.
ALMUDENA AVENDAÑO