En 2021, el porcentaje de mujeres que lideraron iniciativas emprendedoras de menos de tres años y medio de vida superó por primera vez al de hombres en España (un 5,6% de la población involucrada en este tipo de proyectos frente a un 5,4%) y su presencia aumentó en todas las fases del proceso emprendedor, según el ‘Informe GEM España 2021-2022’, elaborado por el Observatorio del Emprendimiento de España y Enisa. Sin embargo, se registraron un 50% menos de iniciativas de medio y alto valor tecnológico impulsadas por mujeres que por hombres, lo cual supone todavía una importante brecha en el emprendimiento de alto valor añadido.
El perfil de la persona emprendedora, tal como recoge el informe, corresponde a un hombre o mujer de entre 35 y 54 años, un nivel educativo medio o superior (que es cada vez más alto, especialmente el de las mujeres) y formación específica para iniciar el negocio y gestionar su empresa. Ellas emprenden más jóvenes, entre los 18 y los 44 años, mientras que los hombres lo hacen a edades cada vez más tardías, la mayoría entre los 35 y los 65 años.
Además, el estudio refleja que, poco a poco, los proyectos emprendedores van ganando orientación exterior, ya que en 2021 un 35% de las iniciativas recientes vendieron a clientela internacional, frente a un 27% en el caso de las empresas consolidadas. La internacionalización de las iniciativas aumenta a medida que lo hace el nivel educativo de la persona que emprende, situándose en torno al 40% entre aquellos emprendedores y emprendedoras que tienen estudios de máster o doctorado.
En cuanto a los motivos para iniciar su propio negocio, el 70% de los emprendedores recientes señala la escasez de empleo, mientras que el 43% aspira a que sus empresas marquen una diferencia en el mundo, una motivación que recupera su importancia tras la incertidumbre de 2020, según el estudio.