Suiza ha sido tradicionalmente el eje del comercio mundial de materias primas, que emplea a más de 100 000 personas y representa el 4 % del PIB helvético, el doble que la industria turística nacional. Tras las sanciones suizas a Rusia, la plaza de Dubái gana en protagonismo en el comercio de materias primas de empresas rusas.
En Suiza, en sintonía con las tendencias europeas, la cuota ecológica del mercado alimentario suizo ha venido creciendo de forma considerable en los últimos años, alcanzando en la actualidad una cuota de mercado cercana al 11 %, lo que coloca a este país en segunda posición junto con Austria y tan solo por detrás de Dinamarca.
Dado el peso relativamente reducido de los intercambios comerciales y financieros de Suiza tanto con Rusia y Bielorrusia como con Ucrania, dicho impacto (marcado principalmente por la aplicación de sanciones) se producirá más por vía indirecta (especialmente por el incremento de la inflación derivado del incremento del precio de la energía) que directa.
La Asociación Suiza de Tecnología Médica Swiss Medtech acusa al Gobierno nacional de poner en peligro la seguridad de los pacientes.
En Suiza entran en vigor este otoño dos nuevos acuerdos comerciales: el renovado Acuerdo de Libre Comercio (AELC) y el nuevo Acuerdo de Asociación Económica Integral (CEPA).
Tras una ajustada votación en la Cámara Baja, el Parlamento suizo ha respaldado, en segunda vuelta, el proyecto gubernamental para la abolición de los llamados “aranceles industriales”.
La nueva propuesta legislativa del Gobierno suizo, ‘Lex China’, está planteada de forma general para inversores procedentes de cualquier país. Sin embargo, ha surgido por el auge, durante los últimos años, de compras de empresas estratégicas de países desarrollados por empresas públicas chinas y la posible apropiación intelectual de las mismas por parte de China, así como el traslado de la mano de obra suiza al país asiático.