El miércoles 15 de septiembre, el Consejo Nacional (Cámara Baja) aprobó, con un estrecho margen de votos, la abolición de los aranceles a la importación de productos industriales, esto es, de todos los productos a excepción de los incluidos en los sectores agrario y pesquero, según se desprende de la información publicada por NZZ.
El proyecto de ley del ejecutivo ha estado bloqueado porque por un lado, la izquierda política ha estado preocupada por la pérdida de ingresos aduaneros (en 2018, Suiza obtuvo 498 millones de euros procedentes de aranceles industriales, más de la mitad de los sectores textil, confección y calzado); y por otro, los representantes de los agricultores (especialmente dentro del partido conservador SVP) temían que la abolición unilateral de los aranceles industriales someta al sector agrícola suizo a una presión aún mayor para la eliminación de los aranceles del mismo en las futuras negociaciones sobre acuerdos comerciales internacionales. En ambos casos, se han mostrado contrarios a este proyecto y lograron que el Consejo Nacional lo rechazara en primera vuelta. El resto de los partidos veían el proyecto de ley como una herramienta para el fortalecimiento de la plaza económica de Suiza.
Desde entonces, la relación entre los representantes de los agricultores y la industria exportadora ha cambiado, apoyando los primeros, finalmente, este proyecto de ley el pasado 15 de septiembre. El aplazamiento del proyecto de Política Agrícola 22, la lucha conjunta contra las dos iniciativas que postulaban la prohibición del uso de plaguicidas, así como la declaración del “representante de los agricultores” en el ejecutivo federal, el ministro de Economía, Guy Parmelin, de que ni él ni el gobierno tenían intención de suprimir los aranceles agrarios, han hecho posible este cambio en la fracción representante de los agricultores.
Por su parte, la izquierda y, dentro de esta, el partido representado por los liberales verdes, ha modificado su postura estableciendo una conexión política entre el desmantelamiento de los aranceles industriales y una posible participación de Suiza en “mecanismo de ajuste en frontera del CO2” de la Unión Europea. Finalmente, durante la sesión septiembre, los liberales verdes han apoyado el proyecto del ejecutivo en materia arancelaria, tras dar la Cámara Baja luz verde a la moción que encomienda al
Consejo Federal a tomar las medidas necesarias para participar en el sistema de ajuste de fronteras previsto por la UE. La propuesta del ejecutivo queda así lista para la votación final aunque no se descarta un posible referéndum de la izquierda.