Hong Kong es un mercado de especial interés para la exportación de productos agroalimentarios y zumos de frutas, debido, principalmente, a su escasa producción agrícola y a su condición de región administrativa especial dentro de la República Popular de China, dado que se trata de un puerto franco sin barreras de acceso.
Una combinación de una mayor preocupación por la salud y una serie de escándalos de seguridad alimentaria ha llevado a una creciente demanda de alimentos orgánicos en la antigua colonia británica.
La Región Administrativa Especial de Hong Kong es un mercado muy interesante para los productos agroalimentarios, pero maduro y competitivo. La población, de 7,4 millones de habitantes en 2017, depende en gran medida de las importaciones de alimentos, ya que la producción local es prácticamente inexistente.
La Región Administrativa Especial de Hong Kong es un mercado muy particular dentro del continente asiático. Con una población total de 7,4 millones, una gran masa de expatriados, una industria del turismo muy desarrollada y una renta per cápita cercana a los 46.200 dólares (39.175 millones de euros, aproximadamente), la región está abierta a todo tipo de productos agroalimentarios. Además, la población hongkonesa está muy habituada a viajar, por lo que conoce la gastronomía de otros países y demanda esta variedad en la oferta local. En general, los consumidores de los productos ‘gourmet’, locales o extranjeros, son muy exigentes y están acostumbrados a pedir calidad. Sin embargo, la demanda de referencias ‘premium’ es muy cambiante y dinámica ya que varía en función de modas y tendencias.
El sector del vino del Hong Kong sigue siendo una importante oportunidad para las empresas españolas, tanto por constituir un hub del sector en la región como por su interesante mercado interno.
El país oriental, mayor consumidor de carne del mundo, se convirtió en comprador masivo de bovino en 2013, cuando importó 300.000 toneladas, cuatro veces más que el ejercicio anterior. Las previsiones apuntan a que las compras al exterior de carne de buey crecerán del orden del 15% al 20% anual a lo largo de los próximos cinco años, duplicando el nivel actual en 2018.