En lo que concierne a la industria manufacturera, el valor agregado disminuyó un 0,5 % con respecto al mismo periodo de 2017, y un 0,1 % en comparación con el tercer trimestre de 2018. Esto se debe a la disminución de la producción en el sector de industrias químicas (-3,7 %), seguido por la caída en la producción de derivados de fosfato (-12 % en el cuarto trimestre y -23,7 % a lo largo del 2018), según los datos desprendidos por el Institut National de la Statistique.
Por otro lado, algunas actividades del sector manufacturero tuvieron una buena evolución durante el cuarto trimestre, como son la industria mecánica y eléctrica (1,3 %), textil, prendas de vestir y cuero (0,7 %) y las industrias de materiales de construcción de cerámica y vidrio (0,4 %).
En cuanto a las industrias no manufactureras, en el cuarto trimestre de 2018, el valor agregado disminuyo un 3,6 % en comparación con el mismo periodo de 2017 y un 4,2 % en comparación con el tercer trimestre de 2018. Este descenso se debe principalmente a una fuerte disminución en la minería y la explotación de canteras en el sector del petróleo y el gas natural (-14,2%) y la minería (-4,8 %). De hecho, la producción de petróleo cayó a 3,3 millones de barriles en el cuarto trimestre de 2018 (en comparación con los 3,7 millones de barriles registrados en el mismo periodo de 2017). El sector minero también continúa experimentando dificultades: en el cuarto trimestre de 2018, la producción de fosfato volvió a caer, alcanzando los 0,7 millones de toneladas (comparado con los 0,8 millones en el cuarto trimestre de 2017). La producción trimestral promedio de fosfatos fue de aproximadamente 2 millones de toneladas antes de 2011. Además, el sector de construcción y obras públicas experimentó un crecimiento del 2,6% interanual y del 0,2% intertrimestral, confirmando la recuperación registrada desde el segundo trimestre de 2018.
Respecto al sector servicios, en el periodo analizado, creció un 2,9% en comparación con 2017, y un 0,5 % en comparación con el trimestre anterior. Este aumento se debe al dinamismo de sus componentes sectoriales, tales como servicios de hostelería y restauración (6,7%), transporte (2,8%), servicios financieros (3,6%) y telecomunicaciones (2,4%). Por otro lado, los servicios no mercantiles han continuado creciendo a un ritmo moderado (0,7% interanual en el cuarto trimestre y 0,3% durante el año).
El cuarto trimestre de 2018, el valor añadido del sector agrícola y pesquero aumentó significativamente en un 9,1%. Este desempeño del sector agrícola en 2018 (9,8% durante el año) se debe principalmente a un aumento excepcional en la producción oleícola.
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