Según ha indicado el portal Pravda, el plan de recuperación está condicionado a la optimización de la red hospitalaria, por ello se han asignado 1600 millones de euros a este fin, por lo que la reforma debería permitir no solo la reconstrucción de hospitales, sino la construcción de otros nuevos.
La reforma anunciada busca brindar a los pacientes atención médica de calidad, ofrecer una mejor gestión, así como buenas condiciones laborales para los profesionales sanitarios. Del mismo modo, se definen algunos derechos para los pacientes.
El nuevo plan distingue los centros hospitalarios en cinco categorías en función de los servicios prestados dado que el plan se basa en asignar “un rol a cada hospital”, como dice Angelika Szalay que también ha estado preparando la reforma.
La categoría más alta -nivel nacional- englobaría los centros hospitalarios nacionales y más especializados. En la cuarta categoría -nivel final-, se incluirán los hospitales dónde se realizarían intervenciones cardioquirúrgicas y neuroquirúrgicas, así como tratamientos oncológicos.
Los hospitales de tercera categoría -nivel complejo- estarían en las grandes ciudades ofreciendo tratamientos planificados junto con la atención de urgencias. En segunda categoría -nivel regional-, se encontrarían los centros hospitalarios a nivel regional con asistencia médica especializada más servicios integrales de ambulatorio. Por último -nivel comunitario-, los hospitales comunitarios de primera categoría se ocuparían de los servicios sanitarios más básicos.