Los mecanismos de control han hecho saltar la alarma, ya que los productores estaban vendiendo una cantidad de hortalizas mucho más elevada de la que ellos mismos eran capaces de producir, informa la edición impresa del diario ‘Pravda’.
De 200 inspecciones realizadas, se encontraron deficiencias en 67 casos, que representan el 34% del total. Las más frecuentes tienen que ver con la fruta, así como con el registro de la mercancía y la falta de documentos sobre el origen de los productos comercializados.
Las cada vez más frecuentes inspecciones en tiendas, almacenes y a transportistas han demostrado que estos actos delictivos se están extendiendo en el mercado local. Las frutas y verduras importadas, por ejemplo, provienen de Italia; sin embargo, tan pronto como llegan al almacén, se cambia la documentación sobre el origen para convertir dicha mercancía en productos eslovacos.
Prácticas como esta chocan abiertamente con una competencia leal, perjudicando directamente a los productores nacionales.