Por ello, el Fondo de Desarrollo Polaco (PFR) ha señalado varios obstáculos y ha facilitado una serie de recomendaciones. Según sus datos, entre 2004 y 2020 el gasto en proyectos TIC en las ciudades ascendió a unos 2200 millones de euros, lo que demuestra que debería ser un mercado muy interesante desde el punto de vista empresarial. Tan solo en 2018, los municipios lograron poner en marcha 400 proyectos digitales.
Sin embargo, únicamente un tercio de los gobiernos locales tiene experiencia en la cooperación con empresas tecnológicas, y solo el 26,5 % de los municipios utiliza sistemas de gestión electrónica como principal medio de interacción con la Administración.
En el mercado polaco de las smart cities se pueden distinguir aproximadamente 400 empresas que desarrollan herramientas electrónicas dedicadas a las ciudades. La previsión de crecimiento de este segmento, año tras año, llega al 20 %.
Entre los obstáculos para la cooperación con las ciudades que se han encontrado las empresas tecnológicas se encuentran el desconocimiento del procedimiento de contratación pública y el escaso conocimiento tecnológico de muchas autoridades locales. Desde la otra perspectiva, los gobiernos municipales señalan también ese desconocimiento de la contratación pública, además de los altos costes de la colaboración.
Las recomendaciones del PFR pasan por la implantación del sistema de Administración de Documentos Electrónico (EZD) en la tramitación de expedientes y así abandonar la tramitación de expedientes en papel. De igual manera, es crucial la introducción de sistemas de datos abiertos que permitan un amplio acceso y análisis por parte de empresas externas.
Para acelerar esta transformación digital, la creación de unidades de trabajo específicas dedicadas al desarrollo de las smart cities es de gran ayuda. Estos organismos ya funcionan en Wrocław o Kielce, entre otras ciudades polacas.
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