Durante la presentación del plan, el cofundador del proyecto, Victor Fodeke, recalcó lo importante que es impulsar la producción y consumo de energía solar en los países africanos porque, aunque África contribuye menos del 4 % de las emisiones globales, “sufrirá más el cambio climático que los países avanzados, que cuentan con tecnologías para mitigar el impacto”.
La nueva instalación ocupará 304 hectáreas de terreno en Ashama, al sur del estado del Delta, y tendrá una capacidad productiva de 200 MW/HV. Está previsto que la ejecución del proyecto dure entre 9 y 15 meses. Según informa Vanguard, gracias al parque solar se reducirán en torno a 200 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono.
El ministro de Energía, Mamman Saleh, señaló que para lograr una diversificación económica más allá del petróleo con foco en la agricultura y manufactura, es imprescindible contar con un sistema energético que apoye el desarrollo: “debemos desarrollar e implementar una vía unificada para la electrificación, modernizando y aumentando la extensión de la red, apoyándonos en las energías renovables”. El proyecto está alineado con el objetivo ‘30:30:30’ del Gobierno nigeriano, que proyecta que en 2030 se suministrarán en Nigeria 30GW de energía, siendo el 30 % procedente de fuentes renovables, principalmente energía solar.
Si bien la transición energética es un reto, el mayor desafío al que se enfrenta Nigeria es el cierre de la brecha de la pobreza eléctrica. Según datos del Banco Mundial, Nigeria es, tras India, el segundo país del mundo con mayor déficit de acceso a la electricidad: solamente el 56 % de la población de Nigeria tiene acceso a la red eléctrica. Más de 80 millones de nigerianos no tienen acceso a la electricidad y otros tantos millones tienen un servicio caro y deficiente. Apunta Investment Promotion Commision que a ellos se suman 60 millones de nigerianos gastan cada año más de 1600 millones de euros en generadores de combustible fósil, que utilizan a diario debido a los constantes cortes en la red.
La energía inaccesible, inasequible y poco fiable atrapa a las personas en la pobreza, al impedir el desarrollo industrial y social. A los estudiantes les resulta difícil leer cuando oscurece, las clínicas no pueden refrigerar las vacunas y los negocios tienen un horario de funcionamiento más reducido. El Gobierno Federal confía en que las energías renovables ayudarán a cerrar parte de la brecha de pobreza eléctrica que afecta no solo a Nigeria, sino al continente entero.
Según publica Nairaland, en los últimos años, la energía solar se ha convertido en la fuente de electricidad preferida, en gran medida gracias a su bajada en coste de producción: actualmente, generar 1 MW por hora cuesta 10 dólares. La fuente de electricidad en Nigeria es la hidroeléctrica, cuyo coste de producción es 5 veces mayor que la solar.
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