Según informa Good News from Finland, Finlandia se ha marcado los objetivos de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030 y de eliminarlas por completo para el año 2045. El Gobierno del país, a la par que se ha propuesto dichos retos, también ha introducido alternativas a la movilidad actual, como la implementación de objetivos vinculantes para el uso de biocombustibles e incentivos financieros para la electricidad, así como la adopción de vehículos, la dirección del desarrollo de nuevos servicios de movilidad centrados en el cliente y el lanzamiento de proyectos que fomenten la marcha y el ciclismo entre la ciudadanía.
En relación a este último punto, la ciudad de Espoo (Uusimaa) está trabajando junto a la empresa LatausPolku, desarrollador local de soluciones de carga seguras para baterías de iones de litio, en la introducción de gabinetes de carga ignífugos para bicicletas eléctricas en varios centros de transporte de la ciudad.
Estos gabinetes permiten a los ciclistas la recarga de las baterías de sus bicicletas de manera segura mientras están haciendo otras labores. Si bien es cierto que la mayoría de las baterías están preparadas para no entrar en combustión de forma espontánea, pero el riesgo aumenta a medida que envejecen.
Por otra parte, Finlandia es un país que está en pleno proceso de electrificar su transporte. Un ejemplo es la start-up Sensible4, que participará en la automatización los autobuses lanzadera eléctricos que Dongfeng Motors, de China, lanzará en Europa. Otras empresas como Skand y eMabler han conseguido obtener financiación para aumentar el número de vehículos eléctricos en Finlandia y resto del continente.
Son muchos los agentes que están impulsando, por tanto, la neutralidad en carbono en el país, desde el gobierno, hasta las empresas, pasando por los municipios y gobiernos locales. Como pieza clave para lograr dicha neutralidad, esta no está impulsada solo por un cambio de mentalidad en las personas y una mayor conciencia colectiva, sino también por un cambio en las preferencias y en la demanda de los ciudadanos. Por ejemplo, en Finlandia, cada vez son menos los jóvenes que se muestran interesados por sacarse el permiso de conducir cuanto antes, a la vez que aumenta el interés por un mejor y más eficiente transporte público que llegue a más zonas. Por ello, empresas como MaaS Global desarrollan aplicaciones que permiten a sus usuarios encontrar soluciones a la combinación de varios modos de transporte público para llegar al destino. La aplicación permite llevar bicicletas eléctricas y scooters al alcance de los usuarios, eliminando la necesidad de utilizar varios sistemas de reserva y pago durante el transcurso de un solo viaje. Esta start-up ha sumido recientemente el control de Wondo Mobility, con sede en Madrid, y ha recibido, además, una inversión estratégica de la conocida empresa Ferrovial.
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