Finlandia

Según informa Good News from Finland, el país nórdico es pionero en la elaboración de una Estrategia Nacional de Baterías. El sector vive una época de entusiasmo generalizado y extendido por toda la geografía europea, donde solo en 2025 se espera que el valor de este mercado alcance los 250 000 millones de euros, en paralelo con el auge de las energías renovables y el tráfico eléctrico en general.

Según palabras del ministro de Economía finlandés, Mika Lintilä, “Finlandia no solo tiene todos los minerales clave para las baterías, sino también una competencia sobresaliente en investigación y producción”. Pero la experiencia de Finlandia en este campo va más allá y se entrelaza con el objetivo de tener una economía lo más circular posible. De esta forma se espera que el reciclaje de baterías tenga una demanda también bastante alta, dada la estricta regulación ambiental y que los objetivos de sostenibilidad son ambiciosos. Solo Europa podría tener más de 130 000 toneladas de baterías de iones de litio para reciclar en 2030, más de dos tercios de la cantidad disponible para reciclar en todo el mundo en la actualidad.

Algunas empresas del país, como Fortum, de participación mayoritariamente estatal, está revolucionando la cadena de valor de las baterías de vehículos industriales y eléctricos con una solución de reciclaje de dióxido de carbono bajo capaz de utilizar hasta el 80 % de las baterías, lo que garantiza que el cobalto, litio, níquel y otros metales escasos se devuelvan a la circulación a partir de productos al final de su vida útil. Así pues, alargar dicha vida útil es uno de los campos en los que la investigación en materia de baterías más se está desarrollando, encontrando no solo el interés por parte del mundo empresarial sino también el apoyo gubernamental.

Pero no solo empresas finlandesas están trabajando en este sentido. Cada vez son más las empresas extranjeras que se están interesando por el ecosistema positivo que existe en Finlandia para el desarrollo e investigación de baterías, por su disponibilidad de las materias primas necesarias para su fabricación al igual que por el know-how de su entorno empresarial. En este sentido, a medida que se avanza en un sentido, se profundiza en otro, buscando formas de extracción de minerales que sean más respetuosas con las emisiones de carbono, como respuesta a otra de las grandes metas del país, ser el primero en alcanzar la neutralidad en carbono en 2035.

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