Además, la pandemia provocó un fuerte aumento de las entregas a domicilio, por lo que el uso de envases de plástico en la ciudad se disparó un 62 %, según datos del Instituto de Medio Ambiente de Tailandia.
Según declaraciones a The Bangkok Post de Sujitra Vassanadumrongdee, miembro del Instituto de Investigación Ambiental de la Universidad de Chulalongkorn, para conseguir un verdadero cambio es necesaria la cooperación del sector privado y público, con planes de inversión y medidas para fomentar la eliminación eficaz de los residuos. La BMA debe priorizar la reducción de los residuos en su origen en lugar de centrase únicamente en su eliminación. Para la investigadora, la clasificación de los residuos no solo ayudará a ahorrar dinero, sino que también facilitará el reciclaje. Actualmente, la ciudad gasta 7000 millones de bahts tailandeses (189 370 millones de euros, aproximadamente), al año en el traslado y la eliminación de la basura, pero sus ingresos por la recogida y el reciclaje no alcanzan los 50 millones de bahts.
Asimismo, las aguas residuales contaminadas con productos químicos suponen otro gran problema para Bangkok. Según Penchom Saetang, director de la fundación Ecological Alert and Recovery-Tailandia (EARTH), los centros de eliminación de residuos, como los vertederos o las centrales eléctricas de residuos, deberían reforzar las medidas contra la contaminación para evitar cualquier impacto en la comunidad local.
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