Ni siquiera en la época de la intervención de la troika en Portugal, se habían vendido tan pocos automóviles. En abril, las ventas del sector automóvil cayeron un 84,6%, debido al cierre de los concesionarios por la declaración del estado de emergencia. En total, solamente se han matriculado 3.803 vehículos a lo largo del referido mes.
Hasta ese momento, el récord en términos negativos pertenecía al mes de febrero de 2012, cuando la caída en las ventas fue del 52,3% y se vendieron en total 7.926 automóviles.
Aunque los valores de febrero de 2012 eran malos, fueron más del doble que lo registrado en abril de 2020. "Estamos en una situación más grave que la que vivimos durante la crisis de 2011, ya que, en aquel año nuestra organización comercial permaneció activa y hubo alguna demanda en el mercado", afirma Ricardo Tomaz, director de relaciones externas de
SIVA- Sociedade de Importação de Veículos Automóveis, S.A. y una de las empresas líderes del mercado luso de la venta minorista de vehículos, en declaraciones al periódico Dinheiro Vivo.
Esta profunda crisis en las ventas del sector automotivo, ha tenido como consecuencia que durante este mes de abril de 2020, el Estado portugués haya perdido unos 30 millones de euros en ingresos fiscales, teniendo en cuenta únicamente el impuesto sobre el precio del vehículo.