La reforma permitirá que los inversores extranjeros puedan ahora operar y tener en propiedad centros privados que impartan el currículo prescrito por el Ministerio de Educación (MOE) o currículos internacionales, según publica ‘The Myanmar Times’.
Esta nueva normativa ofrece una amplia oferta para los interesados, que podrán realizar sus inversiones poniendo en marcha escuelas de educación básica, institutos de formación profesional, colegios de formación superior y escuelas especializadas.
Por tanto, los inversores foráneos que deseen entrar en el sector de la educación cuentan, desde este momento, con dos maneras de introducirse en el mercado birmano. Por un lado, establecerse a través de una joint-venture, con un ciudadano o empresa de Myanmar; por otro, invertir el 100% del capital necesario por su cuenta.
Este paso hacia la liberalización del sector de la educación privada incrementa la urgencia en el país para modificar las actuales disposiciones normativas al respecto, reguladas por la ‘Private School Registration Act' de 2011 en concierto con la ‘National Education Law' de 2014, que no provee la suficiente protección al consumidor para los estudiantes de pago.
Más allá de la necesidad de un cambio en la esfera legislativa del país, varios directores de escuelas privadas han acogido de manera positiva la iniciativa, resaltando que “el cambio relativo impulsado por el MIC supone buenas noticias para los estudiantes de Myanmar, que podrán beneficiarse en un futuro próximo de más opciones de educación internacional”.
La llegada de inversión a Myanmar superó las expectativas durante el último ejercicio