En la actualidad, la relación comercial entre Myanmar y España es considerablemente reducida. El comercio bilateral de bienes entre ambos países no supera los 443 millones de dólares anuales (404,9 millones de euros) – 0,06 % del comercio exterior de bienes de España-, así como un valor estadístico nulo de comercio de servicios.
Por su parte, la inversión de origen español en el país es acumulativamente inexistente. Pese a ello, la situación económica derivada de la crisis del COVID-19 en Myanmar puede ser de un relevante calado para diversos sectores de España, donde las relaciones económicas entre ambos países aumentan progresivamente desde hace unos años.
Uno de los sectores que se ve más resentido por la actual situación es el de la industria textil. Desde la imposición de cuarentenas focalizadas en diferentes zonas de China, el sector se ha visto afectado debido al desplome del suministro de inputs esenciales para su funcionamiento desde su principal país proveedor. Al mismo tiempo que la situación en el Gigante Asiático daba señales de mejora en las últimas semanas, el sector se ha visto golpeado por parte de la caída posterior de la demanda europea de sus productos. Las diferentes declaraciones de ‘Estado de Alarma’ en diferentes países de la Unión Europea, las cuales han llamado al cierre de negocios y a la cuarentena en domicilio de sus poblaciones, han derrumbado el consumo local, llevando a las empresas comercializadoras a cancelar sus pedidos con las fábricas en Myanmar.
Esta sucesión de hechos ha acabado propiciando el cierre de 38 fábricas textiles en el país, así como el despido de más de 20.000 trabajadores, principalmente mujeres. Este shock en la oferta sectorial local hace peligrar su tejido productivo, pudiendo verse afectadas en un futuro la participación del país en las cadenas de producción de marcas textiles españolas que han ido encontrando en Myanmar un mercado proveedor.
Del mismo modo, el sector turístico ha sido otro de los grandes afectados por la crisis del COVID-19. El sector se ha visto golpeado en los últimos meses por las cancelaciones iniciales por parte de los turistas internacionales, a lo cual se le han unido posteriormente el cierre de los aeropuertos birmanos a los vuelos comerciales internacionales por el Gobierno. Por su parte, el turismo nacional se ve resentido debido al reciente establecimiento de cuarentenas locales en el territorio de Myanmar durante el mes de abril, lo que imposibilitará las celebraciones y viajes típicos durante las festividades del Thingyan.
Sea como sea, la Federación Turística de Myanmar ha contabilizado en un 50 % la reducción de turistas e ingresos turísticos en el país durante los primeros meses de 2020 en comparación con el mismo periodo de 2019. Es por ello que, pese a la falta de datos oficiales, es esperable que el limitado grupo de negocios turísticos españoles presentes en el país hayan visto sus negocios resentidos durante estos primeros meses de la crisis mundial del COVID-19.
Empresas extranjeras ubicadas en el país
Pero, el shock económico del coronavirus afectará a todos los sectores económicos de Myanmar. Prueba de ello es la encuesta realizada por la EuroCham Myanmar a las empresas europeas presentes en el mercado local. Los datos de esta encuesta revelan que el 60 % de los negocios presentes en la manufactura y retail prevén una pérdida de al menos el 30 % de sus ingresos, siendo el sector que peores previsiones espera de entre los sectores encuestados. El efecto sobre los ingresos, además, se anticipa mayor entre las pequeñas y medianas empresas, donde más del 55 % considera contar con unas pérdidas en ingresos mayores al 30 %. Se espera que, en base a estas reducciones, la demanda de bienes de equipo y otros aprovisionamientos se reduzca en el medio plazo.
En base a ello, es esperable que el shock en el empleo empeore a lo anteriormente comentado durante las próximas semanas, reduciendo en el medio plazo la demanda de bienes de consumo por parte de la población. Aquellas empresas españolas presentes en los lineales de los establecimientos minoristas locales pueden llegar a experimentar una reducción en sus pedidos.
Respuesta de las autoridades frente a la crisis
A finales de marzo, la respuesta por partes de las autoridades públicas contra el riesgo sobre la economía al que se enfrenta Myanmar ha empezado a tomar forma. El Banco Central de Myanmar ha anunciado una rebaja del 1,5 % en sus tipos de referencia con el objetivo de fomentar el aumento de liquidez en el mercado.
Por su parte, el Gobierno anunció el pasado 25 de marzo, por parte del Ministro de Inversión y Relaciones Económicas Internacionales, U Thaung Tun, que se habían mantenido reuniones con el Banco Asiático de Desarrollo y con el Banco Mundial, para la inclusión de Myanmar en sus próximas políticas de ayudas para contrarrestar los efectos del coronavirus en la región. En concreto, el Banco Mundial destinará 14 000 millones de dólares (12.796 millones de euros) para apoyar a todos sus países. Además, Myanmar recibirá 50 millones a través de los créditos de la Fast Track Facility, de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Grupo Banco Mundial.
En el caso del Banco Asiático de Desarrollo, la economía birmana se verá beneficiada de una cantidad todavía por especificar de los más de 6500 millones de dólares (5.941 millones de euros) de préstamos y garantías que la institución multilateral espera movilizar. La prioridad se centra en mejorar el sistema de salud del país para poder hacer frente a una potencial escalada de casos. En este sentido, el Gobierno ha determinado como prioritario la creación de un nuevo National Health Laboratory en la Región de Mandalay.