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El Ministerio de Finanzas de Israel, ansioso por aprovechar esta pausa en el intenso tráfico del país, anunció fondos adicionales por valor de 1,1 mil millones de shekels (310 millones de US dólares) para impulsar la aceleración de proyectos en toda la geografía nacional.
Algunos de los proyectos que se han beneficiado del cierre incluyen la extensión de la línea ferroviaria electrificada entre Jerusalén y Tel Aviv, un proyecto muy demorado y que ahora, gracias a la pausa del Covid, ha registrado un importante avance con la conexión a la estación central de Savidor.
Otros de los desarrollos más destacados son la proyección a dos niveles del cruce de Carmiel, independizando la vía ferroviaria de la autopista o el ahorro significativo en la planificación de la construcción de la red eléctrica entre Mishor Rotem y Masmia. Tambien Mekorot, empresa pública dedicada a la gestión de recursos energéticos en relación al agua, ha logrado reducir en al menos dos meses las obras de mejora del acueducto nacional israelí y en la aplicación de nuevos procesos de limpieza y purificación de las aguas tratadas.
Otros de los proyectos impulsados han sido los trabajados en el ferrocarril de conexión entre Modi’in y Rishon Lezion, la línea roja de tren ligero de Tel Aviv, la ampliación de los carriles de transporte público en la ruta 5 y en el bulevar Menachem Begin de Jerusalén y numerosos arreglos de pavimentos y calzadas en varias ciudades del país.
