En torno al 25 % provendrá de financiamiento interno con bonos en el mercado local y un 75 % de fuentes externas.
Según indica Diario Libre, el objetivo marcado por el Gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader es mantener una política de endeudamiento flexible que permita adaptarse a las fluctuaciones de los mercados y evitar una eventual elevación de la presión fiscal para hacer frente al pago del servicio de la deuda.
Dentro de los presupuestos del 2022, publica la web oficial del Gobierno, se prevé también una financiación mediante préstamos de organismos bilaterales (184 millones de euros) y organismos multilaterales (616 millones de euros) que sumarán un total de 800 millones de euros en una partida de “apoyo presupuestario”. Otra partida de financiamiento (351 millones de euros) estará destinada a proyectos de inversión en el sector energético, agropecuario, de saneamiento agua y de las infraestructuras para disminuir el riesgo de daños por desastres naturales.
Además, el Gobierno dominicano prevé otros proyectos de inversión comprendidos en los presupuestos del año próximo en el que se llevará a cabo la ejecución de proyectos de alta rentabilidad social, como la construcción de acueductos y plantas de tratamiento de aguas residuales, la expansión de redes eléctricas, la construcción y ampliación de planteles educativos, la reparación y remodelación de hospitales y estancias infantiles y el plan de reparación y construcción de nuevas viviendas para reducir el déficit habitacional.
La mayor proporción del gasto en proyectos de inversión se concentrará en la mejora de la red vial intra e interprovincial, con el objetivo de facilitar el transporte de personas y de mercancías, algo fundamental para catalizar la inversión privada. Se destinarán 244 millones de euros para el programa de desarrollo de la infraestructura física de calles y avenidas y otros 85 millones de euros para aumentar la capacidad del transporte y la construcción de tramos en las líneas del Metro de Santo Domingo.
Estos sectores de inversión pueden ser de interés para las empresas españolas, dado que no son pocas las que operan en el país en sectores como el de la energía o el de las infraestructuras.
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