Esta es la primera operación de una serie de apoyos a reformas políticas que comprende dos préstamos independientes. El primero de ellos, este de 50 millones de dólares, tiene un período de gracia de 5,5 años, con un período de desembolso de dos años y una tasa de interés basada en Libor.
Según publica el BID en su web, este programa que se pone en marcha busca apoyar la producción de hidrógeno verde en Chile para 2030 y el marco regulatorio del sector energía a través de mejoras en la regulación del mercado de distribución, fomentar la participación ciudadana en el uso de energías limpias y promover la participación de más mujeres en el sector.
La estrategia nacional de Chile de hidrógeno verde fomentará el desarrollo de este vector y convertirá al país en un exportador mundial para 2040.
Chile tiene como meta llegar a la carbono-neutralidad en 2050 y se propone eliminar de forma gradual las centrales de carbón, que en 2019 produjeron el 36,7 % de la energía y fueron responsables del 25 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, el programa incorporará componentes de desarrollo social y ambiental equitativos y promoverá la creación de empleos en la transición a la carbono-neutralidad.
Entre otros objetivos, fomentará medidas de innovación en tecnologías energéticas, como, por ejemplo, el impulso a la electromovilidad a través de la Ley de eficiencia energética, con el fin de que el transporte público urbano sea completamente eléctrico para 2040.