El Banco Mundial ha previsto que la región de América Latina y Caribe verá reducido su crecimiento en el año 2022, y predice un PIB de 2,6 %, frente al 6,7 % del 2021. Esta tendencia se mantendría en 2023, con un 2,7 %, informa 5dias.
Las bajas expectativas se apoyan en la difusión de la variante Ómicron, la desaceleración de los mercados de Estados Unidos y China y las tensiones en términos de financiación en la región.
Además, otro factor clave es la sequía que atraviesan Paraguay, Chile y Brasil, ya que esto afecta a la generación de energía por parte de las centrales hidroeléctricas. La falta de agua reduce la producción y hace necesaria la compra de combustibles fósiles.
Es importante destacar que el incremento del PIB que se experimentó en 2021 se debe en gran parte a la fuerte demanda de mercados clave: (Estados Unidos y China) la subida de precios de las mercancías y la gran cantidad de remesas recibidas.
Por otro lado, en términos de inflación hay una tendencia alcista debido al aumento de la demanda producida por la reapertura de los mercados, el incremento de los precios de alimentación y energía y, en el caso de algunos de los países de la región, al incremento de la masa monetaria como medida estabilizadora.
El pronóstico para Paraguay es que será el segundo país con mayor PIB en América del Sur con un valor del 4 % en 2022, y un 3,9 % para 2023. Colombia se situaría en la primera posición.
En el caso de Brasil, se prevé un PIB del 1,4 % en 2022, y del 2,7 % en 2023. La caída se debe a una reducción de la confianza por parte de los inversores, la tendencia inflacionaria, la bajada de la demanda por parte de China y la reducción de los precios del hierro
El crecimiento en Argentina también se vería frenado, con una previsión del 2,6 % para 2022. Los principales motivos son la reducción del consumo privado y de la inversión a consecuencia de la retirada de estímulos fiscales.
Por su parte, Chile, Colombia y Perú, presentarían una debilitación de los rebotes cíclicos en los próximos años.