La FCPF es una asociación mundial de gobiernos, empresas, sociedad civil y organizaciones de pueblos indígenas que trabaja con 47 países en desarrollo en África, Asia, América Latina y el Caribe. Está centrada en la reducción de emisiones de la deforestación y degradación forestal, la mejora de las reservas forestales de carbono, la gestión sostenible de los bosques y aumentar la captura de carbono en los países en desarrollo, actividades denominadas REDD+, publica la propia asociación.
Según informa el Banco Mundial en su web, el programa se implementará en los departamentos de Sangha y Likouala de República del Congo, un área que cubre más de 12 millones de hectáreas de tierra y representa casi el 60 % de los bosques del país.
El sector forestal juega un papel importante en la economía nacional y familiar de la República del Congo. El país tiene la tercera extensión más grande de selva tropical en África y el 80 % de ella no está protegida. A pesar de que la tasa de deforestación nacional haya sido históricamente baja, la selva tropical corre el riesgo de convertirse en objeto de deforestación en el futuro, particularmente debido a una mayor actividad entre las empresas involucradas en la tala, la producción de aceite de palma y la minería.
La deforestación y la degradación forestal son responsables de aproximadamente el 15 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La República del Congo es el sexto país de África en firmar el Acuerdo de Pago de Reducción de Emisiones (ERPA) y recompensará los esfuerzos para reducir 8.4 millones de toneladas de emisiones de carbono hasta 2025.
El programa de reducción de emisiones incluye un plan inclusivo de distribución de beneficios para garantizar que los miembros de la comunidad y los socios locales sean reconocidos y recompensados por su papel en la reducción de emisiones. Estos incluyen pueblos indígenas y beneficiarios locales que dependen de los bosques para su sustento. Ayudarán a reducir las emisiones de carbono y aumentar sus propios ingresos a través de prácticas agrícolas sostenibles y conexiones con el mercado, incluida la producción de cacao en pequeña escala, sistemas agroforestales de subsistencia y esquemas de cultivadores subcontratados, entre otras iniciativas. El programa también prevé proporcionar pagos por servicios ambientales para la protección de los bosques y las cuencas hidrográficas.