Según declaraciones de Raja Naran, director ejecutivo del laboratorio ALS, recogido por The Australian Financial Review, "la demanda de tecnología y elementos para baterías ha aumentado de forma exponencial. Creo que todas las empresas mineras se están centrando en satisfacer esta demanda".
Según el análisis llevado a cabo por la revista financiera Proactive Australia, esta tendencia se debe también a alteraciones de los mercados mundiales de materias primas que han estado sacudidos por picos de precios, interrupciones de la oferta e incertidumbres debido, por un lado, a la pandemia de la covid-19, y más recientemente por la crisis derivada de la invasión rusa sobre Ucrania.
Además, Rusia suministra el 20 % del níquel de alta pureza del mundo y es el segundo mayor productor de cobalto. Los precios del litio en mayo de 2022 eran siete veces más altos que a principios de 2021.
A esto hay que añadir que, aunque la demanda de grafito está impulsada principalmente por el mercado del acero, hay indicios de que la demanda de este metal para la producción de baterías podría superar pronto la oferta, lo que se espera que impulse un aumento del precio del grafito.
Por otro lado, según la última edición del informe de Perspectivas Mundiales del Vehículo Eléctrico, emitido por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Australia cuenta con una importante oportunidad en materia de minerales para baterías: posee el 22 % de las reservas mundiales de níquel, las mayores del mundo junto con Indonesia. Sin embargo, la producción australiana de níquel sólo representa solo el 6 % de la producción mundial, mientras que la de Indonesia es del 40 %.
Además, en Australia se encuentra el 20 % de las reservas mundiales de cobalto, pero sólo se extrae el 3 % de la producción mundial actual. En cuanto a la producción de litio, Australia produce más de la mitad del litio mundial, pero, según Geoscience Australia, en 2017 solo albergaba el 18 % de las reservas mundiales.
No obstante, hay que tener en cuenta que China domina las cadenas de suministro de baterías, ya que produce tres cuartas partes de las baterías de iones de litio. También alberga más de la mitad de la capacidad de procesamiento y refinado de litio, cobalto y grafito.
En el informe, la AIE describe que la actual distribución de la extracción de minerales en el mundo presenta "un importante potencial no realizado de diversificación de la extracción a largo plazo". Sin embargo, no prevé que las tendencias actuales cambien a corto plazo. Además, la demanda de las industrias de almacenamiento de energía renovable y de vehículos eléctricos no ha hecho más que aumentar en los últimos años, ejerciendo aún más presión sobre los recursos de níquel, cobalto, vanadio, manganeso y grafito.
El níquel y el cobalto son componentes químicos habituales de las baterías de iones de litio, pero los fabricantes de vehículos eléctricos han empezado a optar por baterías sin cobalto debido a los altos precios y a las mayores presiones en la cadena de suministro. El informe también destaca que esta tendencia se ha visto impulsada por la preocupación por los abusos de los derechos humanos y el trabajo infantil en la República Democrática del Congo, que produce más del 70 % del cobalto del mundo. La presión sobre los precios del cobalto, el litio y el níquel se ha visto impulsada por la duplicación de la demanda mundial de vehículos eléctricos.
Las cifras de la AIE también indican que la venta de nuevos vehículos eléctricos, incluidos los híbridos enchufables en Australia casi se triplicó entre 2020-21. El informe también señala que en Australia hay una relación de 20,7 VE ligeros por punto de recarga, con una media de 0,8 kilovatios de capacidad de carga por VE.
Por último, recientemente se acaba de inaugurar el primer tren de producción de hidróxido de litio para baterías en Australia a través de una empresa conjunta entre la firma china Tianqi Lithium y la empresa IGO, con sede en Perth. Y a finales del año pasado se concedió el estatus de Gran Proyecto a una planta de procesamiento y reciclaje de material de baterías de 2400 millones de dólares (1590 millones de euros) conectada a una mina de níquel y cobalto. Esto implica el acceso a servicios adicionales de apoyo, coordinación e información de la Agencia Australiana de Facilitación de Grandes Proyectos.
Aumento de la financiación industrial en el sector minero de Australia